TEMAS FUNDAMENTOS DEL ARTE II: "UN DÍA DE VERANO" DE BERTHE MORISOT

"Un día de verano" de Berthe Morisot, National Gallery, Londres

"Berthe Morisot consiguió pintar su vida y vivir su pintura"
Paul Valéry

Esta lámina nos muestra una imagen de la pintura Un día de verano realizada por BERTHE MORISOT. Este cuadro, que es un óleo sobre lienzo, se conserva en el Museo National Gallery de Londres (GB). Está fechado en el año 1879 (siglo XIX), por lo tanto, pertenece al arte contemporáneo. Es de pequeño formato, mide 45.7 x 75.2 cm

La pintora francesa BERTHE MORISOT es la autora de este espectacular cuadro.

Berthe Morisot nació en el seno de una familia de la alta burguesía, culta y refinada, que educó a sus hijos en el gusto por el arte y la música. Su madre era sobrina nieta del gran pintor rococó Fragonard y su hermana Edma también fue artista. Por ser mujer, tuvo vetado el poder estudiar en la Academia de Bellas Artes pero estudió pintura con distintos maestros, el más destacado el pintor paisajista precedente del Impresionismo, Corot. Le encantaba pintar en el Louvre, copiando la obra de los grandes maestros. En ese museo conoció a Manet y al poco tiempo de este pintor la retrata en un balcón –a la manera de Goya-. Édouard Manet ejercería una enorme influencia en la vida y en la pintura de Berthe Morisot. La pintó en doce retratos magistrales. Morisot se casó con el hermano de Manet, Eugène, con el que tuvo una hija llamada Julie, a la que la pintora retrató en varias ocasiones.

Morisot conoció a lo más granado de los artistas de su época: fue muy amiga del impresionista Degas y del escritor simbolista Mallarmé.

Fue una mujer pionera en el mundo del arte. De hecho, fue la única mujer pintora que expuso en el taller de Nadar, en la primera exposición impresionista de 1874. Expuso varias veces en la institución del Salón y al final de su vida es cuando comenzó a contar con el favor de crítica, mercado y público. Fue valorado en su tiempo, especialmente por los pintores impresionistas. Al principio tuvo mejor fortuna crítica que sus compañeros. Pero un crítico de arte, en una publicación, lanzó sus dardos contra ella y su marido estuvo a punto de retarle en duelo.

Conviene señalar que Berthe Morisot no fue solo una pintora impresionista de gran talento sino que también fue retratada en numerosas ocasiones por otros pintores ligados al Impresionismo como Édouard Manet, Renoir, Degas...

Estilísticamente, cabe adscribir esta pintura al IMPRESIONISMO, movimiento pictórico francés del que formó parte.El Impresionismo surgió en París, difundiéndose entre los años 1860-1880. Nació como una evolución del Realismo y de la Escuela paisajística francesa del siglo XIX. Podemos definirlo como un estilo que tiende a captar más la impresión sobre el ánimo que la copia de la realidad. El término Impresionismo surgió con carácter peyorativo a raíz del cuadro “Impresión, sol naciente” de Monet por parte de un crítico de arte, Leroy.

Los impresionistas consiguieron cambiar la visión del mundo, nos ofrecen una nueva visión de la realidad. El Impresionismo no es una escuela, ni un grupo que se uniera en torno a un manifiesto o programa concreto. Ningún interés de tipo ideológico o político unía a los impresionistas. No tenían un programa concreto aunque coincidían en:

*su aversión por el arte académico;

*desinterés total por el “tema”;

*preferencia por el paisaje;

*trabajo al aire libre: “plein air”

Las pinturas impresionistas presentan un aspecto inacabado, lleno de soltura y aparente improvisación, más sensual e inmediato que intelectual.

No buscan representar temas transcendentales, espirituales o apasionantes como los románticos. Se centran en motivos de la vida burguesa: la ciudad, la noche, las excursiones campestres, los cafés, los teatros…

La pintura impresionista se caracteriza, en líneas generales por:

*El instantismo: esto es, captar el instante. Fijar lo móvil sin perder la movilidad.

*La luz es la protagonista: los objetos sólo se ven en la medida en que la luz incide sobre ellos. La luz y sus efectos cambiantes son los verdaderos temas del cuadro. Un mismo tema es pintado repetidas veces a diferentes horas del día. Las formas y los objetos cambian en función de la intensidad de la luz. El cuadro es simplemente un efecto de luz.

*Coloración de las sombras: Desaparecen los contrastes de claroscuro, y el dibujo se extingue o se reduce. No utilizan prácticamente ni el blanco ni el negro porque no existen en la naturaleza. Emplean tonos puros, usan solo colores complementarios para indicar sombras.

* Pincelada suelta: prefieren la mancha pastosa y gruesa. Utilizan toques yuxtapuestos de colores para producir un efecto a cierta distancia. Generalmente no hay un dibujo que proceda al cuadro.

* Nueva valoración del espacio: se consigue con ángulos y encuadres mucho más atrevidos, Las figuras, a veces, no ocupan “el centro” del cuadro y están cortadas por los bordes del cuadro: se trata de un modo de ver próximo al del la fotografía. Suelen aparecer grandes diagonales.

En un principio, los impresionistas contaron con la oposición del público. Pero pronto tuvieron el apoyo de dos fuerzas sociales emergentes: la crítica de arte, que se encargará de encauzar el gusto del público; y los marchantes, los vendedores de arte, que colocan sus cuadros en las mejores colecciones del país. Las tertulias, los Salones extra-oficiales y el propio escándalo se convirtieron en vehículos propagandísticos del nuevo estilo.

El Impresionismo cuenta con varias influencias en su configuración:

*Los paisajistas del Realismo francés del siglo XIX (Escuela de Barbizon).

*El romántico inglés Turner.

*Las referencias, especialmente de color y composición, del Siglo de Oro español (Velázquez sobre todo). También Goya con la lechera de Burdeos.

*Las estampas japonesas, muy de moda en la época.

*El surgimiento de la fotografía. No está claro si la espontaneidad de la captación del momento la aprende el Impresionismo de la fotografía o, más bien, ésta es la alumna de aquél.

El resultado es una pintura amable, hedonista, alegre, frecuentemente de paisaje, llena de luz y color, con pinceladas muy cortas que a veces dejan entrever el blanco del lienzo. No son cuadros grandes puesto que responden a encargos privados. Están alejados de cualquier compromiso social (casi todos los impresionistas se fueron de vacaciones al campo o a Inglaterra durante la represión de los movimientos obreros de la década de 1880) y no tardaron en ser refrendados por una amplia aceptación social, de esta burguesía que se veía retratada en los lienzos impresionistas.

El Impresionismo ha sido uno de los movimientos pictóricos más valorados en toda la historia del arte. Algunas pinturas impresionistas han alcanzado precios estratosféricos en las subastas internacionales de arte y las exposiciones de sus obras suelen atraer a miles de espectadores. Ha sido clave en el desarrollo del arte posterior, especialmente del postimpresionismo y las vanguardias.

Se cree que el cuadro que analizamos fue exhibido en la quinta exposición impresionista en París, en abril de 1880, con el nombre de “El lago en el Bois de Boulogne”.

Por lo que sabemos, esta obra fue pintada MOTU PROPRIO por la artista. Posiblemente lo pintó “en plein air”, es decir, al aire libre, como solía ser habitual en los impresionistas, aunque lo pudo terminar en su taller.

El TEMA nos remite a una escena de verano donde dos jóvenes de forma distendida disfrutan de un paseo en barca en uno de los lagos del parque del Bois de Boulogne de París. Este parque era uno de los lugares favoritos de la burguesía parisina para disfrutar de sus días de ocio.

Una de las mujeres mira fijamente al espectador mientras que su amiga disfruta contemplando –un tanto ensimismada- a un pato en el agua. El paseo en barca era un tema muy frecuente en el Impresionismo: lo encontramos en el “padre del Impresionismo” Manet, en Renoir, Monet, Mary Cassat, etc. En el fondo, el tema es una excusa para analizar la incidencia de la LUZ en el agua –creando reflejos plateados- y en los personajes. La luz inunda toda la escena.

Recordemos que en el Impresionismo existía una fascinación por representar escenas de ocio y divertimento de la vida ciudadana siendo París un tema recurrente en las obras de los impresionistas. La visión asimétrica y fragmentada de la escena, con una gran línea en diagonal formada par la barca en la que se sitúan los personajes propicia una COMPOSICIÓN en zigzag que nos remite a la influencia de la fotografía y las estampas japonesas. Las líneas verticales de los cuerpos de las mujeres contrastan con la horizontalidad del agua y la barca. Las dos mujeres destacan en primer plano sobre un fondo en el que se intuye el paisaje frondoso del parque Bois de Boulogne. El espectador parece formar parte de la escena, como si estuviéramos en la barca con ellas. Las jóvenes del cuadro eran modelos profesionales que trabajaban también para E. Manet. Incluso Morisot las pintó en otro cuadro recogiendo flores en ese parque.

La PINCELADA suelta y pastosa, muy matérica, es característica del Impresionismo, como el deseo de captar el instante, y el predominio de la mancha sobre el dibujo. Hay cierta sensación de perspectiva atmosférica. Es una pintura de TONOS contrastados (violetas, grises, azules, verdes) que se aprecian en la naturaleza y en las diferentes texturas de su indumentaria, que reflejan la moda de la época en la que no faltan los accesorios como los sombreros tipo capota y los guantes.

Este cuadro lo podemos relacionar con otras obras de la producción pictórica de Morisot, referidas a escenas cotidianas, de maternidad, retratos... También guarda concomitancias con otras pinturas impresionistas como las de Mary Cassatt.

En CONCLUSIÓN, “Un día de verano” es un relevante ejemplo de la genial pintora impresionista francesa, Berthe Morisot.

Imágenes de la pintora BERTHE MORISOT

Berthe Morisot pintada por Édouard Manet en 1870

Retrato de Berthe Morisot con zapato rosa, 1872.

Retrato de Berthe Morisot por Manet, 1882.

El balcón, Édouard Manet, 1868. La mujer retratada en primer término es Berthe Morisot.

Retrato de Berthe Morisot y su hija Julie, Renoir, 1894; Retrato de Berthe Morisot por Renoir, 1892

Fotografía de Berthe Morisot, c. 1874. Museo Marmottan de París

Otras pinturas de BERTHE MORISOT:

En el balcón, 1871, colección particular

Joven en el baile, 1875. Museo Marmottan, París; La cuna, 1872: en ella aparece su hermana Edma con su hija, sobrina por tanto de Berthe Morisot.