viernes, 31 de marzo de 2023

"ESTUDIO SOBRE EL RETRATO DE INOCENCIO X DE VELÁZQUEZ" DE FRANCIS BACON



“Quiero pintar un Velázquez con la textura de un hipopótamo”
Francis Bacon


“Porque creo que es uno de los mejores retratos que se han hecho, y me obsesionaba. Compro libro tras libro con esa ilustración del Papa de Velázquez porque sencillamente me acosa y porque despierta en mí toda clase de sentimientos y también, podría decir, de áreas de la imaginación”
Francis Bacon
  
La obra que vamos a comentar se denomina “ESTUDIO SOBRE EL RETRATO DEL PAPA INOCENCIO X DE VELÁZQUEZ”.  El autor es el pintor dublinés FRANCIS BACON (1909-1992). Está fechado en 1953, por lo tanto pertenece al arte contemporáneo y se conserva en el MUSEO DES MOINES ART CENTER, DE IOWA (ESTADOS UNIDOS). Es un óleo sobre lienzo, técnica en la que este pintor era un consumado maestro. 
Francis BACON fue una de las personalidades artísticas más emblemáticas y perturbadoras de la segunda mitad del siglo XX. Su personal visión atormentada y desolada del ser humano es el mejor documento sobre el sinsentido que aquejó a la humanidad después de la II Guerra Mundial. 
Nació en Dublín en el seno de una familia acomodada. Fue el segundo de cinco hermanos. Tuvo una vida turbulenta marcada por su quebradiza salud- era asmático-, su alcoholismo, y la incomprensión de su padre de su homosexualidad. Entre sus ancestros se encuentra el célebre filósofo del Renacimiento inglés, Francis Bacon. No se sentía irlandés ni de ningún sitio.
Muy joven se marchó a vivir a Londres, en 1925, donde comenzó su carrera profesional como decorador de interiores. Se inició en la pintura de forma autodidacta en los primeros años de la década de 1930, tras haber visitado una exposición de Picasso en una galería de París. Sus obras no tuvieron en un principio una buena acogida. En 1942 destruyó la mayor parte de sus primeras pinturas.  Comenzó a pintar de manera continuada a partir de 1944, fecha de su primer gran éxito: el tríptico Tres estudios de figuras junto a una crucifixión, considerada una de las obras clave de la pintura contemporánea. En 1946 el MoMA de Nueva York adquirió su “Pintura” del mismo año, y, a partir de ese momento, se convirtió en un pintor muy conocido. En 1956 representó a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia. A partir de los años cincuenta y sobre todo sesenta se convirtió en un pintor consagrado.
Bacon siempre hizo hincapié en los aspectos más amargos de la existencia humana. Su personal lenguaje pictórico muestra los aspectos más misteriosos e inquietantes de la condición humana; sus retratos no buscan el parecido de los rasgos físicos del modelo, sino su condición espiritual. Dominaba las técnicas pictóricas, especialmente la más difícil, el óleo.
Actualmente es uno de los artistas más cotizados del arte contemporáneo. Murió en Madrid en 1992 a los 82 años. 

En cuanto al ESTILO, Bacon fue adscrito a la denominada Nueva Figuración, tendencia que se desarrolla a lo largo de los años sesenta, tras el agotamiento del informalismo. Él abominaba el Expresionismo Abstracto americano, particularmente despreciaba la obra de Rothko y Pollock. En verdad, él no formó grupo con nadie. Su estilo pictórico de Bacon es expresionista figurativo, con influencias del Surrealismo, el cine, la fotografía y los grandes maestros (Velázquez, Rembrandt, Van Gogh, Goya (Pinturas Negras). Munch y Picasso son referentes esenciales sin los que no se entiende su obra
La huella del Surrealismo es evidente sobre todo en sus inicios- pero el mismo se definía como "huérfano en el arte". Se ha dicho también que su pintura es nihilista, melancólica, dionisíaca. 
Toda la trayectoria pictórica de Bacon se caracteriza por una profunda independencia, que hace de su pintura un referente inconfundible del arte europeo de la segunda mitad del siglo XX. Bacon, además, influyó en gran medida en los artistas del movimiento Pop inglés.
Miembros descuartizados, carnes corrompidas, bocas desencajadas y cuerpos desgarradores: así es su pintura de seres deformes y atormentados que reflejan su visión pesimista de la vida, por sus propias experiencias personales y por el trauma de la II Guerra Mundial. El colorido de sus obras es magistral.

La obra que comentamos es una vuelta de tuerca, una reinterpretación neoexpresionista y libre del célebre retrato que Velázquez hizo del Papa Inocencio X, una de las obras maestras del pintor barroco sevillano del siglo XVII. Por extraño que parezca, Bacon no quiso contemplar el cuadro de Velázquez –que se conserva en Roma en el Palacio Doria Pamphili-. Al parecer se basó en una postal del mismo. Al menos es lo que él dijo...
Sobre la imagen de este pontífice realizó cerca de 50 versiones todas ellas distorsionadas y fechadas entre los años 50 y 70 (la primera en 1949 y la última en 1971). Esta pintura fue descrita por Gilles Deleuze como un ejemplo creativo de reinterpretación de un clásico. 
Estas versiones han sido llamadas “Screaming Popes”, es decir, “Pontífices gritando”.
La versión de 1953 que comentamos es un retrato paródico, grotesco y de pesadilla, de un feísmo descarnado, en el que la figura no presenta piernas. 
Se encuentra en una especie de "jaula" cuyas rayas verticales amarillas podrían ser las verjas de la misma. 
La boca–que se muestra abierta en forma de círculo-  y los dientes son de una agresividad tremenda. Se aprecia por la vestimenta que es un pontífice sentado con el rostro desencajado y sufriente, en pleno grito. Claramente, aparte de Velázquez, son referentes de esta obra “el Grito” de Munch y las escenas sangrientas de la película muda de 1925, la mítica “El acorazado Potemkin” que le influyó muchísimo, especialmente la escena de una enfermera gritando con el rostro cubierto de sangre.
El colorido es muy vivo, particularmente el morado de la vestimenta y los dorados. Las extrañas líneas amarillas que rodean la figura forman el trono del Papa y se ha dicho que son una referencia al ring del boxeo, un motivo presente en algunas de sus obras. Todo muy enigmático
La composición a base de líneas verticales y horizontales sugiere cierto dinamismo. La imagen, un tanto borrosa, parece fantasmagórica, como  si fuera un espíritu flotando en el espacio tras unas rejas (las líneas verticales). Lejos de basarse en la idea de mímesis, es un retrato interior de la figura representada. 
Podemos considerar que Bacon, que era ateo, tiene un punto provocador e irreverente, de poner en solfa no solo al arte de Velázquez –al que admiraba-, y por ende el paradigma clásico imperante durante siglos, sino también una figura venerada por la cristiandad como es un Papa, es decir, la cabeza de la Iglesia. Y es que subvierte el concepto de autoridad al presentar una imagen perturbadora de un Papa gritando. Es una figura terrible y angustiosa pero también un estudio sobre el poder.
En verdad, son muchos los artistas de la segunda mitad del siglo XX que reinterpretan obras del pasado. Los artistas contemporáneos lo hacen continuamente: desde la mítica Gioconda con bigotes del dadaísta Marcel Duchamp hasta la actualidad con diseñadores como Jaime Hayón, pasando por los artistas del Pop Art como Andy Warhol o en el caso español, el Equipo Crónica.
Esta obra que comentamos hay que ponerla en relación con otras pinturas de su producción centradas casi siempre en figuras masculinas (autorretratos, retratos de Lucien Freud, de sus amigos George Dyer, José Capelo)  aunque también tiene alguna femenina, animales, etc. Bacon sitúa sus figuras individualmente en el centro del cuadro, situadas en un espacio cerrado, en el interior de una habitación. Son figuras que se retuercen de manera angustiosa.
En conclusión, esta imagen horrífica y enigmática condensa las características descarnadas y sufrientes de la pintura de uno de los artistas más relevantes del panorama contemporáneo de la segunda mitad del siglo XX, Francis Bacon.

ANEXO DE IMÁGENES 



La obra de Velázquez que reinterpreta: El Papa Inocencio X,c. 1650, Palacio Doria Pamphili de Roma versus la pintura de Francis Bacon.



Otras reinterpretaciones sobre el Papa Inocencio X de Velázquez:

Head VI (Cabeza 6), 1949; Francis Bacon, Study of Red Pope,1962, 2nd version, (1971). Courtesy of Christie's London.

Study after Pope Innocent X by Velazquez 1951© The Estate of Francis Bacon;  Francis Bacon. Figura con carne, 1954. Óleo sobre lienzo, 1 Institute Art of Chicago. El animal desollado que coloca detrás del Papa es un referencia a un cuadro de Rembrandt de 1657.

Otras obras de su producción:



A la izquierda el fotograma de la película anteriormente citada y a la derecha el cuadro de Francis Bacon titulado "Estudio para la cabeza de un Papa gritando", 1952, Yale Center for British Art, New Haven, Connecticut, Estados Unidos. 

Según Bacon: "Hubo un tiempo en que tenía la esperanza [...] de hacer el mejor cuadro del grito humano." La obra de Eduard Munch está en la génesis de todo.


VERSIÓN REDUCIDA

“Inocencio X” de Francis Bacon 

1.- Identificación de la obra (nombre): esta lámina nos muestra una imagen de la del “Estudio sobre el retrato del papa Inocencio X de Velázquez”. Es su obra más conocida de la serie que dedicó al papa Inocencio X que se conocen con el nombre de “screaming popes” o “pontífices gritando”. Sobre la imagen de este pontífice realizó cerca de 50 versiones todas ellas distorsionadas y fechadas entre los años 50 y 70. 

2.- Autor/a (nombre): el autor es el pintor dublinés, afincado en Inglaterra, Francis Bacon (1909-1992). Fue una de las personalidades artísticas más emblemáticas y perturbadoras de la segunda mitad del siglo XX. 

3.- Localización: este cuadro,se conserva en el Museo Des Moines Art Center de Iowa (Estados Unidos). 

4.- Cronología: este cuadro está fechado en el año 1953 (inicios de los años 50). A partir de los años cincuenta y sobre todo sesenta se convirtió en un pintor consagrado internacionalmente. 

5.- Identificación del lenguaje estilístico: fue un pintor autodidacta que no formó grupo con nadie y cuyo estilo podemos definir como expresionista figurativo, con influencias del Surrealismo, el cine, la fotografía y los grandes maestros (Velázquez, Rembrandt, Van Gogh, Goya (Pinturas Negras). Munch y Picasso son referentes esenciales sin los que no se entiende su obra. 

6.- Justificación del estilo artístico al que se adscribe la obra, comentando alguna característica que lo defina: este cuadro condensa las características esenciales del expresionismo figurativo de Bacon. Es un retrato paródico, grotesco y de pesadilla, de un feísmo descarnado, en el que la figura no presenta piernas. La imagen, un tanto borrosa, parece fantasmagórica, como si fuera un espíritu flotando en el espacio tras unas rejas (las líneas verticales). La boca–que se muestra abierta en forma de círculo- y los dientes son de una agresividad tremenda. Claramente, aparte de Velázquez, son referentes de esta obra “el Grito” de Munch y las escenas sangrientas de la película muda de 1925 “El acorazado Potemkin” que le influyó muchísimo. Lejos de basarse en la idea de mímesis, es un retrato interior de la figura representada. 


FUENTES DE DOCUMENTACIÓN

http://algargosarte.blogspot.com.es/2015/09/francis-bacon-caracteristicas.html
https://francisbacon.guggenheim-bilbao.eus
http://www.theartstory.org/artist-bacon-francis.htm
https://www.museodelprado.es/actualidad/exposicion/francis-bacon/7349132f-7cf4-4177-bedd-eda4662302f9
https://www.museothyssen.org/coleccion/artistas/bacon-francis
https://en.wikipedia.org/wiki/Francis_Bacon_(artist)
https://www.desmoinesartcenter.org
https://www.youtube.com/watch?time_continue=2075&v=GhkHFDF6cMU

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