viernes, 20 de enero de 2023

LUIS BUÑUEL


La vinculación entre el Surrealismo y el cine fue muy estrecha. El cineasta más vinculado a este movimiento fue sin duda el aragonés Luis BUÑUEL (1900-1983). Conocido internacionalmente como uno de los directores de cine más destacados del siglo XX,  sus películas, provocadoras y sorprendentes, intentan socavar los convencionalismos sociales y morales de su época, y en especial el catolicismo.
A inicios de los años 20 vivió en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Salvador Dalí y a Federico García Lorca. 
Realizó su primer viaje a París en 1924, donde frecuentó a numerosos artistas españoles y se introdujo en el movimiento surrealista. 
Buñuel fue un pionero del surrealismo cinematográfico. En sus películas no hay una lógica narrativa y lineal, sino que en ellas aflora el sueño, lo absurdo, lo irracional y la sexualidad que se debate entre el deseo y la realidad. 
A diferencia de otros cineastas vinculados al Surrealismo como Man Ray o Hans Richter, Buñuel nunca da preeminencia a valores artísticos. Las imágenes violentas y crueles son parte esencial de sus películas intentando provocar respuestas no solo intelectuales sino también emocionales en el espectador. 

Con DALÍ colaboró en sus obras más surreales: Un Perro AndaluzUn Chien Andalou [1](1929) y La Edad de OroL'âge d'or (1930). 
En el corto film mudo Un Perro Andaluz la fuente de inspiración fue el mundo onírico de Buñuel y Dalí. En esta obra intentaron plasmar el automatismo puro, liberado de las rigideces de la razón, la lógica, la tradición narrativa y la unidad temporal. En esta sorprendente película a muchos niveles, muestra actos de violencia física irracional y deseo sexual descarnado. Una de las más célebres escenas de esta película forma parte de las más desasosegantes de toda la historia del cine:  es la del ojo de una mujer rebanado con un cuchilla. 
En la escena final, la “romántica” imagen de una pareja feliz deviene en el mismo hombre y mujer enterrados en la arena. Las posiciones de sus cuerpos y sus cabezas inclinadas son reminiscencias de la célebre pintura de Millet, El Ángelus, (1859), obra que obsesionó a Dalí gran parte de su vida. Tanto Buñuel como Dalí consideraban que esta película no podía ser analizada con parámetros racionalistas. Para Dalí, este film “consistía en una simple notificación de hechos... enigmáticos, incoherentes, irracionales, absurdos, inexplicables.”[2]
Por su parte, Buñuel mostró su extrañeza con el hecho de que la burguesía aplaudiera esta obra, porque el buscaba precisamente lo contrario.
En 1930 Buñuel realizó la Edad de Oro, otra película emblemática de su producción. Fue su segunda colaboración con Dalí y un paso más en su ataque a lo establecido, concretamente a los considerados por aquel entonces pilares de la sociedad: la iglesia, el estado, la familia. La combinación surrealista de sexo, violencia e imágenes inconexas hicieron el resto. Una muestra: en una de las escenas, aparece Jesucristo como un líder de una banda de libertinos sexuales que secuestraban y torturaban a mujeres jóvenes en un castillo. Los personajes parecían actuar como en sueños, o más bien pesadillas en una atmósfera de deseo sexual, frustración y fracaso. Con esta película Buñuel si consiguió su objetivo provocador y en la première de la misma hubo disturbios y se destruyeron pinturas surrealistas que estaban en el lobby del cine. El periódico Le Figaro la calificó de “obscena, asquerosa y sin tacto”[3]
Las referencias anticatólicas propiciaron el disgusto del propio Dalí, que rehusó volver a trabajar con Buñuel. Recordemos que Dalí andando el tiempo se convirtió en un devoto católico a su manera. El Vizconde de Noailles, que sufragó los gastos de la película, fue amenazado con la excomunión. Esta película fue censurada hasta 1979.
En 1932 rodó el documental Las Hurdes[4], conocido también como "Tierra sin pan". En él refleja la miseria descarnada que se vivía en esa comarca extremeña. Es de un realismo casi surreal por lo que muestra. En este caso, la realidad supera a la ficción. 
Buñuel perteneció al Partido Comunista español y durante la guerra civil española fue uno de los fundadores de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura. 
En 1938 regresó a Hollywood para realizar películas de propaganda republicana. 
En 1946 se trasladó a México, donde realizó algunas películas como El ángel exterminador (1962). En ese país dirigió 20 películas con las que ganó múltiples reconocimientos a nivel internacional, que lo convirtieron en uno de los más relevantes directores españoles de la historia del cine.
Al final de su vida dirigió en España obras como Viridiana (1961) o Tristana (1970).
Entre sus actrices fetiche descuella la francesa Catherine Deneuve y la mejicana Silvia Pinal.
Sus películas no son reconfortantes ni amables, en ocasiones tienen una fuerte carga de denuncia social. Pretende incomodar al espectador, son pura vanguardia.
Buñuel ganó numerosos galardones internacionales como el el Óscar a la Mejor Película de habla no inglesa por El discreto encanto de la burguesía y (1972) y la única Palma de Oro de Cannes al cine español por Viridiana en 1961.
Poco antes de morir escribió junto a Jean-Claude Carrière un libro con sus memorias llamado Mi último suspiro, en el que recoge todas sus vivencias.
En conclusión, Luis Buñuel fue un personaje clave del cine español, no solo por sus películas, sino también por su papel como crítico de cine y como figura representativa del surrealismo internacional. Para él, el surrealismo no era un estado de ánimo sino “una manera de ver la vida”.


[1] https://www.youtube.com/watch?v=yCl_8522FF0&t=6s
[2] http://www.theartstory.org/artist-bunuel-luis.htm
[3] http://www.theartstory.org/artist-bunuel-luis.htm
[4] https://www.youtube.com/watch?v=qO86FO1bs6g&t=47s

PARA SABER MÁS

Días de cine: 30 años sin Luis Buñuel


Un perro andaluz

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