martes, 31 de enero de 2023

ART DÉCO


Con el término Art Déco denominamos a un movimiento artístico complejo y contradictorio que se desarrolla, en sentido estricto en los años 20 pero, en sentido general, desde aproximadamente 1910 hasta 1939. Hoy por hoy, todavía está a debate la definición exacta y el alcance de esta corriente cultural.
Su nombre es una apócope del término francés décoratif alusión a la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes, celebrada en Paris en 1925, donde se presentó por primera vez este estilo. Fue una muestra de diseño de interiores, objetos decorativos, cerámica, muebles, lámparas, esculturas, piezas textiles, moda, etc. Participaron casi todos los países europeos, con la excepción de Alemania, entonces el país que había perdido la guerra. 
El vocablo déco surgió en torno a los años 1965-1966 en Inglaterra e Italia, coincidiendo plenamente con el revival retro de este estilo. 



El Art Déco fue el primer y último estilo suntuoso del siglo XX. Surgió en Francia, concretamente en París y su difusión ha sido amplísima por todo el mundo: Estados Unidos, Italia, España, Inglaterra, la India,  Australia, Japón, etc.
Tuvo una expansión global pero sin ningún corpus teórico o manifiesto que lo sustentara. Lo complejo de este movimiento y su carácter incierto propició que más que de Art Déco podemos hablar de art Décos –en plural- dada la variedad de soluciones formales que vamos a encontrar en esta corriente artística.
Fue fundamentalmente un estilo arquitectónico y de artes decorativas,  un capítulo altamente fértil en la historia de las artes aplicadas. Preconizaba la idea de arte total y que este estilo impregnara toda la vida cotidiana (desde la moda, hasta el mobiliario, pasando por el diseño industrial, joyas o artes gráficas). Produjeron desde objetos de lujo hasta diseños industriales. La intención era crear obras modernas y elegantes que simbolizaran riqueza y sofisticación. Fue básicamente un movimiento artístico “de moda”, con la voluntad intencionada de crear estilo. 


Ha sido un estilo muy menospreciado y minusvalorado durante décadas por los artistas de vanguardia y los críticos de arte por su carácter fuertemente esteticista. Y es que los artistas déco buscaban sin reparos la belleza, la excelencia, utilizando materiales costosos. Fue considerado como un estilo frívolo, nostálgico, sentimental, e incluso anticuado y kitsch. De hecho, en los libros canónicos de historia del arte moderno no solía aparecer. Una copiosa bibliografía y exposiciones internacionales sobre el tema –celebradas en París, Londres o Madrid por poner solo tres ejemplos- han hecho que paulatinamente se vaya reivindicando este movimiento. 
Hoy se piensa que el Art Déco es, a la vez, una alternativa y una síntesis de las primeras vanguardias. Particularmente el cubismo y el futurismo italiano están en la base de muchas de sus propuestas. 
El surgimiento del Art Déco coincide en sus orígenes con la etapa final de la Belle époque y se extiende durante los llamados felices años 20 (o locos o Roaring Twenties) aunque sabemos que se extiende también durante los años 30. Se desarrolla por tanto, en la época en la que surge el jazz y el Charlestón, el cine de Hollywood…


Aunque este estilo pasó de moda durante la Segunda Guerra Mundial, durante los años 60 hubo un renovado interés por el diseño Art Déco (se le denominó Retro). 


No se entiende el Art Déco sin tener en cuenta a su predecesor, el Modernismo o Art Nouveau. Cronológica y estilísticamente, es evidente que hay una cierta continuidad y evolución de un estilo al otro. El Modernismo está finiquitado hacia 1910, fecha aproximada en la que se va forjando el Déco. Ambos comparten muchos puntos en común:
*Son estilos esteticistas, que preconizan como valor supremo la belleza. Buscan embellecer la vida cotidiana. En cierto sentido son herederos del Romanticismo y del Movimiento Arts & Crafts. El contrapunto al Art Déco sería la Bauhaus, escuela artística alemana que huye de la ornamentación y del esteticismo, intentando crear formas limpias y geométricas vinculándolas con la producción industrial. 
*Desean que su estilo abarque las Bellas Artes y las Artes Decorativas y el Diseño por igual. Es la búsqueda del arte total o Gesamtkunstwerk. Se podría decir que en ambos, las artes aplicadas son las artes mayores. Aun así, no son estilos compactos y homogéneos. Presentan variantes según los países, artistas, etc.
*Ambos movimientos pretenden ser reflejo de la modernidad de su época. Recordemos que el lema de la vertiente modernista vienesa, la Secesión, señalaba: “a cada época su arte, a cada arte, la libertad”.
*El Modernismo pretendía ser el arte de la burguesía triunfante. El Art Déco contaba entre sus comitentes con elites adineradas. Paulatinamente, los diseños exclusivos de uno y otro se imitarían, popularizarían y difundirían entre todas las clases sociales. Así por ejemplo, el estilo Déco lo podemos encontrar en hoteles, restaurantes, transatlánticos, cines, teatros y gasolineras.
*La fortuna crítica de estos movimientos ha sido particularmente negativa, por parte sobre todo de los artistas de vanguardia. En general, ambos estilos son hoy en día apreciados, especialmente el Modernismo.
*No reniegan de la ornamentación. Para ninguno de estos dos movimientos el ornamento es “delito”, como sí afirmaría Adolf Loos en su célebre ensayo, pionero del racionalismo arquitectónico y del Movimiento Moderno.
Si en el Modernismo primaba la decoración de carácter floral y los sinuosos arabescos –como el célebre golpe de látigo de Víctor Horta- en el Déco prefieren los motivos ornamentales geométricos y depurados, de formas simples y claras, estilizadas y simétricas. En esa pasión por lo geométrico está presente la huella cubista así como la fascinación por la velocidad y las máquinas de raíz futurista. Los temas omnipresentes en el estilo déco son las diagonales, las líneas en zigzag,  las líneas rectas, círculos, cuadrados, ciervos, galgos, gacelas,  las fuentes, olas, espirales, estrellas, palmas, rayos de sol, y por supuesto, la temática femenina –vestida o desnuda-. Si en el Modernismo encontrábamos mujeres de silueta reloj de arena con pelo largo y ondulado –como vemos en Alphonse Mucha- en el Art Déco en cambio, aparecen muchachas andróginas, con silueta cilíndrica y pelo corto a lo garçonne. En ambos estilos está presente el influjo oriental.
*Las influencias perceptibles en el Art Déco son muy variadas. Aparte del arte de vanguardia hay que destacar: la naturaleza, el arte egipcio, aborigen, africano, maya y azteca, los ballets rusos de Diáguilev... A estos elementos hay que añadir, a partir de 1925, el creciente impacto de las máquinas, que se plasmaban repetidas o solapadas y en los años treinta se impusieron formas derivadas del diseño aerodinámico. La línea recta se convirtió en una fuente de belleza. 
*El Art Déco difiere del Art Nouveau que enfatizaban el carácter único y la originalidad artesanal de formas orgánicas. Con el tiempo los objetos art déco se difundieron masivamente gracias a su producción industrial.


La ARQUITECTURA Art Déco triunfó en teatros, cines, hoteles, restaurantes, transatlánticos y por supuesto en los rascacielos.
Los transatlánticos fueron auténticos palacios flotantes déco donde no se escatimaba el menor de los lujos. Entre ellos descuella el Normandie, del que el diseñador gráfico Cassandre realizó un célebre cartel publicitario en los años 30.

El perfil o skyline de Manhattan es el epitome de una ciudad déco.
La construcción de algunos de los más altos rascacielos de Nueva York se produce a menudo bajo los dictados estilísticos del Art Déco como el edificio Chrysler (1928-30) de Nueva York, cuya cúspide y la decoración de muchas dependencias están consideradas paradigmáticas de este estilo. Este edificio fue realizado por William Van Alen. Es el verdadero prototipo de rascacielos Déco. Durante algunos años fue la construcción más alta de Manhattan. Lo más sorprendente son los siete pisos que forman la cúpula, de arcos escalonados con ventanas triangulares abuhardilladas y enmarcadas en acero brillante al níquel-cromo. También presente motivos decorativos inspirados en los tapones de los radiadores de los Chryslers. La proeza de esta construcción de Van Allen es la aguja de 27 toneladas que elevó su altura a 319 metros, más que la torre Eiffel.

También el Empire State Building (1930)  de Shreve, Lamb & Harmon es un edificio déco aunque sus motivos decorativos son escasos, quizá en parte porque había de pasar inadvertida en una construcción tan monumental. Se encuentra en Manhattan  y su elevada altura estaba cuidadosamente calculada para conseguir el máximo espacio rentable. 

El Rockefeller Center, también en Nueva York es un conjunto de rascacielos construidos entre 1929-40. Los arquitectos fueron Henry Hofmeister, H.W. Corbett, y Raymond Hood. Tanto su arquitectura como su decoración es plenamente Déco: presenta mosaicos, esculturas, obras de metal… 

*Si hay una PINTORA que podemos considerar como epítome del Art Déco, ésa es sin duda María Górska, más conocida como Tamara DE LEMPICKA. Entre sus cuadros destaca su Autorretrato en un Bugatti verde (1929).

*En la ESCULTURA déco abundan las piezas de pequeño tamaño muy decorativas y realizadas con excelentes materiales, como las de CHIPARUS.  Algunas obras de BRANCUSI Y PABLO GARGALLO también pueden ser calificadas como déco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario